Con motivo del 25N, Día Internacional contra la Violencia de Género, hablamos con Irene Aguilera, edil de Igualdad y Diversidad del Ayuntamiento de Lucena. En esta conversación, reflexiona sobre la vigencia de esta fecha, los retos actuales en materia de prevención, el papel de la juventud, los recursos municipales disponibles, la coordinación institucional y la programación de actividades diseñadas para sensibilizar a la ciudadanía. Aguilera insiste en la necesidad de mantener un compromiso colectivo y sostenido para erradicar una violencia que continúa presente en nuestra sociedad.
– Sra. Aguilera, ¿tan poco avanzamos como para que cada año sea necesario sacar a la calle una batería de actividades para conmemorar este 25N?.
– Seguirá siendo necesario mientras haya una única víctima, pero por desgracia no tenemos una única víctima, tenemos muchas más. Entonces, seguirá siendo necesario hasta que la sociedad se conciencie de que esto no es algo que solo afecte a la víctima, sino que nos afecta a todos. Todos tenemos un papel fundamental que debemos cumplir para que no haya más víctimas.
– ¿Cuál es el eslogan escogido este año y por qué?
– El eslogan elegido para este año es "Hay amores que matan". En el manifiesto que leemos y aprobamos, que es el de todas las diputaciones, se pone el foco en la “manosfera”. En este momento en el que la sociedad se está polarizando mucho, vuelve a aparecer esa idea de un feminismo contra los hombres. Algunos hombres lo están sintiendo como una amenaza, como si las mujeres quisieran ocupar ese papel de poder o liderazgo que históricamente han tenido los hombres. Y no es así. Simplemente queremos igualdad, queremos trabajar juntos. No dejamos de ser compañeros de vida en muchísimos aspectos, y queremos eliminar ese mito y esa presión que se está ejerciendo, sobre todo en los chicos más jóvenes.
“Estamos normalizando cosas como el control del móvil, de la ropa, de los amigos… Eso también es violencia.”
– La juventud se ha convertido en los últimos años en un colectivo clave para transmitir estos mensajes. Las estadísticas apuntan que muchos jóvenes minusvaloran o nos son conscientes de esta ante situaciones de violencia de género.
– Es importante explicar que violencia de género no es solo un golpe, un empujón o una agresión evidente. Existe una violencia silenciosa que se va incorporando en las primeras relaciones y, como la vemos normal, la continuamos. Poco a poco crece el nivel de agresividad y cuando llegamos a una violencia psicológica fuerte o física es cuando saltan las alarmas. Pero estamos normalizando cosas como el control del móvil, de la ropa, de los amigos… Eso no se debe normalizar porque también es violencia.
– El Ayuntamiento de Lucena, como cualquier entidad local, es un eslabón más dentro de la lucha contra la violencia de género. ¿Qué recursos pone a disposición de esta causa?
– Hay una parte muy importante que es la preventiva. No solo debemos paliar, debemos prevenir. Y ahí se enfocan estas campañas: en la sensibilización y en la prevención, tanto en niños como en adolescentes y adultos. Por eso hay actividades para toda la población. Pero también debemos intervenir cuando ya se ha producido la violencia, sea psicológica o física. Disponemos de un servicio jurídico y otro psicológico que acompañan a las mujeres, les explican los trámites legales y las ayudan en lo personal para reconstruirse internamente.
Disponemos de un servicio jurídico y otro psicológico que acompañan a las mujeres, les explican los trámites legales y las ayudan en lo personal para reconstruirse internamente
– En este último año, ¿qué evolución muestran los datos del Centro Municipal de Información a la Mujer respecto a violencia de género?
– A fecha de hoy estamos en torno a 2.800 atenciones, de las cuales 1.040 son por violencia. Es importante poner el foco en las primeras relaciones, porque ahora nos está llegando gente mucho más joven. Que llegue más gente tiene una lectura positiva: hay más concienciación, la gente pide ayuda, busca información, no se queda dentro de casa como antes. Pero también nos preocupa que cada vez llegan más jóvenes con situaciones de violencia. Eso nos alerta y nos obliga a reforzar la prevención y la explicación de qué es violencia, porque quizás hay personas que ejercen violencia sin ser conscientes de ello.
– ¿Cuál es el circuito que sigue una mujer que está siendo víctima de violencia de género cuando accede al CMIM?
– Llegan al centro y piden cita. A veces vienen por un problema puntual, otras veces ni siquiera son conscientes de que son víctimas, pero tienen dudas y plantean su caso. Ahí surgen muchas cosas que ni ellas mismas habían identificado. Primero las atiende nuestra jurista, que escucha, valora la situación, analiza si necesitan ayuda económica, asesoramiento judicial… Y, en la mayoría de los casos, se deriva también al departamento psicológico para comenzar un trabajo interno. Siempre estamos en contacto con Policía Local y Policía Nacional, reforzando esa protección y coordinando las circunstancias de cada víctima.
– Una pata en esta lucha es el recurso municipal, pero otra muy importante es la policial y también la jurídica. ¿Cómo describiría la coordinación entre todos los elementos que participan en la lucha contra esta lacra?
– La palabra es implicación. Policía Local, Policía Nacional, el Colegio de Abogados y el centro trabajamos de manera continua y coordinada. Tenemos consejos y reuniones para analizar gráficas, evolución general y casos que nos preocupan especialmente. Nos sentamos, hablamos y vemos cómo ayudar. Se trabaja mano a mano porque las circunstancias lo requieren y las víctimas merecen ese seguimiento personalizado.
Policía Local, Policía Nacional, el Colegio de Abogados y el centro trabajamos de manera continua y coordinada
– Desde hace unos años, Lucena está incluida en el sistema VioGén. ¿Dispone de datos sobre el número de mujeres incluidas actualmente y los niveles de riesgo?
– Ahora mismo no tengo los datos exactos del número de mujeres en VioGén. Una mujer que está en nivel bajo puede pasar a nivel medio o alto si hay acercamientos del agresor o circunstancias de riesgo. La conexión entre Policía Local y Policía Nacional es continua. La Local se encarga de los casos de riesgo bajo o medio, y cuando pasa a un nivel mayor, los asume Policía Nacional. Por eso la coordinación debe ser constante para que ninguna vigilancia quede atrás.
– ¿Cómo va a reivindicar este año el Ayuntamiento de Lucena la lucha contra la violencia de género?
– Es una programación amplia y cercana. Aunque es un tema duro, hemos intentado acercarlo a la población de una manera amable y atractiva. No hacen falta mensajes desagradables o extremadamente impactantes para sensibilizar. A veces el “gota a gota” llega más lejos. Como cada año, el día 25 se leerá el manifiesto, que invita a la reflexión, y el resto serán actividades formativas y lúdicas para que el mensaje llegue y cale.
– Una parte importante de esa programación, aunque menos visible mediáticamente, se desarrolla en centros educativos.
– Sí. Trabajamos con infantil, primaria y secundaria. Los escolares son nuestro presente y nuestro futuro. Si sensibilizamos ahí, tendremos un futuro con mucha menos violencia. Frente a los mensajes que llegan por redes, que son difíciles de controlar, debemos ofrecer información veraz y real para que entiendan lo que ocurre y en qué nivel. Para nosotros es fundamental el trabajo con los centros educativos, y los coordinadores de igualdad trabajan mucho y muy bien con nosotros.
– En una situación de polarización política e incluso de negacionismo de la violencia de género por algunos partidos y sectores de la población, ¿se puede ser optimista de cara al futuro?
– Yo siempre soy optimista. Si existe polarización es porque han llegado muchos mensajes negativos y contradictorios. Tenemos que contrarrestarlos con otros mensajes. Los datos no son solo cifras, detrás hay personas. Y cuando miras esa realidad, no se puede negar. Una víctima, una familia rota, menores huérfanos… eso no se puede tapar. Creo que demostrar continuamente esta realidad acabará calando y la sociedad del futuro será, sin duda, mucho menos tolerante con la violencia de género.
– ¿Algo más que quiera añadir?
– Que todos debemos unirnos. Las puertas de las casas tapan mucho. Debemos escuchar a un compañero, a una vecina, a cualquier persona que nos cuente algo. Esto no lo deben resolver solo los políticos o la policía: todos formamos parte de este equipo. Entre todos podemos ayudar, y entre todos siempre somos más fuertes. Os pido ayuda para erradicar algo tan duro como la violencia de género.
