Izquierda Unida cierra estas elecciones municipales con resultados prácticamente idénticos a los obtenidos hace cuatro años, al alcanzar una sola acta de concejal con 1.181 votos que suponen y un 5,85% del total de votos. Son 81 más que en 2019, pero el mismo porcentaje.
En su sede de campaña, Miguel Villa señalaba que, a falta de unos mejores resultados o de resultar decisivos de cara al próximo gobierno municipal, estas elecciones han servido a la formación para "conformar un nuevo equipo de personas, una candidatura renovada con la que vamos a seguir trabajando en el futuro y con la que hemos ganado unos 80 votos respecto a 2019".
Villa afirmaba que el papel de IU en la nueva corporación será el de "estar enfrente de esas políticas que no compartimos y que puedan perjudicar a la ciudad en su conjunto". Para el líder de IU "será una legislatura más dura que la que acaba, porque no compartiremos, en gran medida, las políticas de la derecha".
Villa reconocía su "sorpresa por el resultado final" de la jornada electoral y la holgada mayoría del PP, a cuyo líder felicitaba. "No esperábamos estos resultados, pero ha sido una victoria clara, rotunda y merecida, porque los ciudadanos así lo han decidido y sus decisiones soberanas no se discuten, sino que se respetan, aunque a nosotros no nos gusten", puntualizaba el candidato de IU, que también ponía el acento sobre el hecho de que "la ultraderecha haya mantenido los resultados que tenía, a pesar de las cuestiones poco democráticas que, desde nuestro punto de vista, ha planteado a lo largo de la campaña".
