La delegada municipal de Servicios Sociales, Irene Aguilera, ha hecho una positiva valoración del funcionamiento del recurso de urgencia puesto en marcha por el Ayuntamiento de Lucena a primeros de diciembre del pasado año para facilitar un techo a las decenas de temporeros desplazados a Lucena para la campaña olivarera, que venían durmiendo a la intemperie ante la imposibilidad de acceder al alquiler de una vivienda.
Habilitado en un tiempo récord, el alojamiento temporal para pernoctar instalado en las casetas de servicios básicos de la Policía Local y de Protección Civil, ha sido utilizado durante este periodo por una treintena de temporeros, en su mayoría extranjeros, que han alternado el uso de estas instalaciones con los servicios del comedor social y el centro de atención temporal a transeúntes situado en los bajos de la Plaza de Toros, donde han acudido para ducharse, lavar la ropa, merendar o encontrarse con otros compañeros.
"Quizá no era la mejor solución, pero era la más rápida. Esas personas estaban en la calle y han podido estar bajo techo. El recurso ha estado continuamente lleno, con sus 16 camas cubiertas. Hemos tenido gente que lo ha utilizado de forma puntual, porque estaban en tránsito hacia otro lugar, pero la mayoría se han quedado mientras han mantenido un trabajo en la campaña olivarera. No obstante, en la última semana se ha reducido bastante la ocupación porque la campaña va tocando a su fin", señala Irene Aguilera, que anuncia que "una vez que concluya la campaña pondremos fin a este recurso y se cerrará".
Aguilera reconoce que, a medio plazo, la solución de este problema pasa por conseguir que Lucena cuente con algún tipo de albergue municipal, objetivo en el que ya trabaja el ayuntamiento. "Estamos buscando soluciones, pedimos una subvención para un albergue, pero no tuvimos la suerte de que nos la concedieran. La idea es mejorar el recurso del que hemos dispuesto este año, pero eso conlleva más trámites. Estamos trabajando en este tema, buscando soluciones, porque sabemos que el año que viene el problema será el mismo", afirma la edil popular, que reconoce que la experiencia no ha estado ajena a algunos problemas y, pese a la existencia de este recurso de alojamiento, algunos temporeros han seguido pernoctando en la calle. "Es lógico, hay unas normas, unos horarios que cumplir, son personas con circunstancias muy diferentes... pero en términos generales todo ha funcionado bien. No obstante, algunos prefieren la independencia de administrarse su tiempo como deseen. Es una manera de vivir y también hay que respetarla, dormir en la calle no es un delito", concluye la responsable municipal de Servicios Sociales.
