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El título de este artículo está sacado de la expresión que usaban los cartógrafos de la Edad Media, Hic sunt dragones, para referirse a los posibles peligros que podrían encontrarse más allá de los límites explorados, y viene a colación del acuerdo adoptado el pasado miércoles por el Consejo de Administración de la Gerencia Municipal de Urbanismo por el que se creaba una Comisión de Investigación que estudie si se pudiera haber cometido algún acto arbitrario respecto al tratamiento dado a las viviendas ilegales existentes en Lucena. La respuesta de Perogrullo y la responsabilidad obviamente política, sea por acción u omisión. Este Organismo Autónomo desde su creación ha estado presidido y dirigido por políticos liberados, y su máximo órgano que es el Consejo de Administración integrado por representantes de los distintos grupos municipales.
Dicho esto, y ciñéndonos al motivo principal que nos ha hecho escribir este artículo, queremos reprobar la forma de actuar de Miguel Villa para con sus funcionarios, convirtiendo el pasado jueves algunos despachos de la Gerencia de Urbanismo en un tótum revolútum con retirada sorpresiva de ordenadores, expedientes y cambios de cerraduras. Actuación carente de todo rigor y seguridad jurídica.
Hay otras formas más coherentes y respetuosas para con los derechos de los trabajadores a los que tanto Villa como el propio Alcalde hicieron gala defender en la pasada Huelga General. Podían haber obtenido cuanta información o documentación desearan sin tener que haber recurrido al asalto, con pedirla hubiera sido suficiente. No hace falta recordarles que son ellos los que mandan.
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