OPINIÓN: "Esta gente nos torea", por Alfonso Jiménez

17 de Octubre de 2019

Lo he dicho, lo mantengo y lo repito: algunos profesionales de la política pero especialmente los líderes más activos de cualquier partido nos creen medio tontos, idiotas o al menos fácilmente manipulables. Y no pocos de ellos, aunque tengan escasa preparación, titulaciones regaladas y mucha cara, se creen suficientemente hábiles para engatusar a sus simpatizantes y captarles el voto. Pero, a veces, sus intenciones engañosas se quedan al descubierto ante micrófonos abiertos, que es lo que les ha ocurrido en más de una ocasión a algunos de ellos. He aquí algunas muestras.

No me voy a detener en la pillada de Aznar en la cumbre del parlamento europeo celebrada en Barcelona en el 2002 cuando dijo aquello de: "Vaya coñazo que he soltado". Ni tampoco en el desahogo que Rajoy tuvo con Arenas cuando le comentó: "Mañana tengo el coñazo del desfile militar. En fin, un plan apasionante". Ni del "estoy hasta los huevos...estoy trastornao"  que se le escapó a José Bono tras una tediosa tarde presidiendo el Congreso.  Ninguna de estas tres pilladas ante lo micros sin cerrar tiene demasiada importancia.

Lo verdaderamente despreciable ha ocurrido hace sólo unos días en la convención económica del PP en Córdoba. En esta anunciada cita, el señor Moreno Bonilla, presidente de la junta de Andalucía,  hizo de telonero de Pablo Casado, el presidente general del PP , que era el que iba a exponer el proyecto político-económico del partido popular para el gobierno de España. En esa "cumbre", el señor Bonilla dio un mítin de casi una hora jaleando ante los asistentes los grandiosos proyectos que el señor Casado tenía en cartera para mejorar la situación de toda España. Al final de su larga intervención se quedaron los micrófonos abiertos y este fue el breve y sincero diálogo que entre ambos mantuvieron:

Bonilla: "Perdóname el rollo. Me he enrollao pero tenía que dar........¡¡ A matarlos ahora!!"

Casado: "Ahora.... ¡¡A matarlos de aburrimiento!"

Obsérvese la descarada palabrería usada para hablarle a Casado y en qué estaría pensando Bonilla al dirigirse a su auditorio. Dice que "tenía que dar"........ Está claro que parece que quiere decir pases, muletazos, o sea, que estaba toreando a los asistentes. Por eso, luego continúa diciéndole: "A matarlos ahora". Coge el estoque y termina la faena, parecía aconsejarle.

Casado no tuvo más remedio que reconocerle que a los presentes los iba a matar de aburrimiento. O sea, que parecía ser consciente de que nadie iba a prestar atención a su exposición sino que iban a acabar agotados tras las peroratas.

Comento este desvergonzado incidente con un amigo votante popular y le pregunto si no se siente burlado por estas palabras y si no le duele que unos líderes políticos traten como borregos a sus propios seguidores. Y él me responde tranquilo y con mucha ironía: 

- Eso lo hacen todos. Y es natural que los otros protesten cuando se ocultan mentiras, pero, joder, que no se quejen cuando se escapan las verdades.

Ahí queda eso.

Más artículos de Alfonso Jiménez en su blog: http://alfonjimenez.blogspot.com

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