En un pleno municipal sin sorpresas, el Ayuntamiento de Lucena aprobó este lunes los presupuestos para el ejercicio 2026, que ascienden a 57.010.445 euros, lo que representa un aumento del 2,2 % respecto al presente año. La cifra se eleva hasta 62.668.442 euros en el presupuesto consolidado, al incluir las cuentas de las empresas municipales Aguas de Lucena, EPEL y Suvilusa.
Como estaba previsto, el documento fue aprobado con los votos favorables del Partido Popular, Ciudadanos, Vox y del concejal no adscrito, Francisco de Mora, frente a los votos en contra del PSOE e Izquierda Unida. Según expuso la concejala de Hacienda, María de la O Redondo, las nuevas cuentas se sustentan sobre “las premisas de orden, estabilidad y rigor” y sientan las bases para desarrollar las primeras actuaciones del nuevo Plan de Actuación Integrado (PAI), que marcará la hoja de ruta de la ciudad hasta 2029.
Así, el presupuesto 2026 prioriza actuaciones a medio y largo plazo, combinando la transformación urbana con la atención a necesidades sociales. Entre las inversiones destacadas figuran la urbanización de las calles Juan Jiménez Cuenca y El Peso, el inicio de la construcción del albergue en la estación, y el avance de proyectos clave en movilidad y aparcamientos, como la esperada licitación del parking de la Huerta del Carmen. En el ámbito del mantenimiento urbano, se consolidan los procesos de externalización con nuevas contrataciones para el cuidado de zonas verdes y mobiliario. También se avanzará en medidas para aparcamientos disuasorios, en consonancia con la transformación del centro histórico. Al detalle de los principales elementos del presupuesto dedicamos ayer un artículo específico.
Los apoyos al presupuesto: estabilidad, diálogo y propuestas incorporadas
Desde Ciudadanos, su portavoz Jesús López justificó el voto favorable al asegurar que se habían aceptado todas sus propuestas. Reclamó revisar contratos como el de Epremasa y el de la Fundación Tu Historia, y valoró que este presupuesto "abre la puerta a una política útil, centrada en las necesidades reales de Lucena".
Vox, por su parte, también respaldó las cuentas tras alcanzar un acuerdo con el equipo de gobierno. Su portavoz, Laura Sánchez, defendió que el pacto incluye propuestas específicas realizadas por su grupo como la prospección de pozos con una partida de 50.000 euros, mejoras en seguridad ciudadana con instalación de cámaras y refuerzo de la Policía Local, y el aumento de la ayuda al transporte estudiantil hasta 30.000 euros. También se incluyen sus aportaciones de apoyo al comercio tradicional y a la hostelería local.
Por su parte, el concejal no adscrito, Francisco de Mora, agradeció la disposición al diálogo del gobierno local, asegurando que el tiempo de análisis había sido suficiente. Aunque no presentó propuestas formales, se mostró abierto a seguir colaborando durante el ejercicio presupuestario y valoró el clima de trabajo conjunto.
La oposición denuncia deuda, privatización y falta de participación
En contraste, el PSOE votó en contra, argumentando que las cuentas carecen de realismo y están basadas en una ejecución insuficiente del presupuesto actual. Teres Alonso, portavoz socialista, alertó del aumento de la deuda, que considera preocupante pese a estar dentro de los márgenes legales, y lamentó la falta de inversión clara en proyectos estratégicos como la traída de aguas de Zambra, la subestación eléctrica o el Centro de Alta Resolución. El grupo también criticó la amortización de 26 plazas en la plantilla municipal y la escasa dotación de personal para ejecutar los nuevos fondos europeos. Alonso concluyó que el presupuesto es “una oportunidad perdida” y no garantiza un verdadero impulso para Lucena.
Desde Izquierda Unida, Miguel Villa fue especialmente contundente, planteando una “enmienda a la totalidad” y denunciando que el presupuesto no fue ni participativo ni debatido con la ciudadanía. Criticó la externalización del servicio de limpieza, adjudicado a una empresa vinculada a un fondo de inversión extranjero, lo que –según señaló– “supone trasladar riqueza fuera del municipio en lugar de invertir en empleo público” y abre las puertas "al nepotismo". También expresó escepticismo respecto a la ejecución de inversiones como la reforma de la plaza de abastos o el citado abastecimiento hídrico de Zambra, asegurando que “no existen partidas claras ni compromisos firmes”.
Redondo defiende unas cuentas realistas, ejecutables y técnicas
En su intervención final, la concejala de Hacienda, María de la O Redondo, respondió a todas las objeciones de la oposición y defendió la solvencia del presupuesto presentado. Agradeció el respaldo de las formaciones que votaron a favor y puso en valor el diálogo mantenido en el proceso de redacción.
Redondo desmintió con firmeza cualquier insinuación de “nepotismo”, afirmando que el documento no contiene ninguna partida que favorezca intereses particulares. También aclaró que la deuda viva actual se sitúa en el 30%, por por debajo del límite del 110% establecido como límite, y que en 2026 se amortizará casi la misma cantidad que se prevé solicitar en préstamos.
Sobre las previsiones de ingresos, defendió la inclusión del ICIO (impuesto de construcciones) con base en proyectos urbanísticos concretos y conocidos, como Infrico, Mercadona o el aparcamiento del Carmen. En cuanto a la ejecución de inversiones, explicó que en 2025 se han ejecutado casi 3,5 millones de euros, en línea con la previsión inicial, y que las cifras a veces se distorsionan por arrastres de remanentes no afectados.
Respecto a la plantilla, subrayó que no se ha despedido a ningún trabajador, y que la amortización de plazas responde a la necesidad de actualizar perfiles técnicos, liberar masa salarial y adaptarse a las nuevas necesidades del municipio. En esa línea, señaló que muchas plazas llevaban más de una década sin convocarse.
Redondo también respondió sobre partidas no incluidas como la subestación eléctrica o el soterramiento del centro sanitario, asegurando que ambas están previstas para ser incorporadas a través de una modificación presupuestaria en el primer trimestre de 2026, utilizando remanentes y ajustes de prioridades.
Aprobados los presupuestos, que entrarán en vigor el próximo 1 de enero, ahora, el reto estará en ejecutar las inversiones, controlar la gestión de los recursos y coordinar los esfuerzos técnicos para que las transformaciones planificadas empiecen a tomar forma durante el próximo año.
