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La presencia de Jesús de la Pasión, que procesiona en la noche del Lunes santo la Cofradía Franciscana, podría tener contados sus días en nuestra ciudad y en nuestra Semana Santa.
Popularmente conocido como El derribo, la imagen, procede de la capilla del Hospital de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Luque, llegó a nuestra ciudad en 1977 por la actitud decidida del constructor Antonio Rodríguez Delgado, que la encontró durante la reconstrucción de una iglesia. La imagen, de escuela granadina del siglo XVIII, para algunos estudiosos atribuible al francés Miguel de Verdiguier, presentaba un lamentable estado que requería una urgente y profunda restauración, que acometió en 1995 Justo Romero Fabero. La talla fue inicialmente acogida en la parroquia de Santo Domingo, donde se fundó su cofradía, vinculada al sector de la construcción, permaneciendo más tarde en un oratorio particular hasta quedar instalada en la iglesia franciscana de la Madre de Dios, integrándose en los años 90 en la Cofradía Franciscana de la Pasión.
Sin embargo, en los últimos años, había ido en aumento la protesta de los vecinos de Luque, que consideran que la talla fue sustraída de forma irregular e incluso habían puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para exigir su vuelta. Hace algunos meses la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción reclamó formalmente al Obispado su devolución, a lo que este ha accedido tras numerosas conversaciones entre las partes implicadas, supervisadas en su momento por el ex-vicario de la Campiña, Francisco orozco, y culminadas por el actual, Jesús Poyato.
Según ha podido saber LucenaHoy, el propio Poyato ha comunicado ya verbalmente tanto al parrocó de la Asunción de Luque, Jesús Criado, como al de Santo Domingo, Leopoldo Rivero, y al hermano mayor de la Cofradía Franciscana de la Pasión, Jorge Roldán, la decisión de que la imagen vuelva a Luque.
Aunque inicialmente estaba previsto que la devolución se produjese tras el Lunes Santo, la parroquia de la Asunción ha accedido a la petición de la cofradía lucentina de que permanezca en Lucena hasta que concluya la Semana Santa de 2013, al estar ya comprometida la manijería para dicho año.
Fundamentos jurídicos
La reclamación del párroco de la Asunción se fundamenta jurídicamente en los propios documentos de cesión de la imagen, firmado en Luque el 20 de marzo de 1977.
En los dos documentos que sustanciaron en su día la cesión y a los que ha tenido acceso LucenaHoy, se indica que la imagen viene a Lucena en calidad de "depósito".
En uno de ellos, se señala literalmente lo siguiente: "Por la presente se cede a la Parroquia de Santo Domingo de Lucena, como depósito, una imagen de Jesús con la Cruz a cuestas, sin valor artístico, para que allí reciba el culto debido, dado que en esta Parroquia estaba arruinada y destrozándose en la trastera".
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En un segundo documento se establecen algunas condiciones a cumplir por la parroquia lucentina, indicándose lo que sigue:
"Con esta misma fecha, se entrega a la parroquia de Santo Domingo de Lucena (Córdoba), en calidad de depósito, una imagen de Jesús Nazareno, que se encontraba en esta parroquia, procedente del Hospital, sin recibir culto y abandonado por carecer de valor artístico y estar deteriorada en túnica, corona, peluca, potencias, cruz, etc, etc,. La parroquia de Santo Domingo de Lucena se compromete a:
1º. Arreglarla y ponerla en condiciones para ser expuesta a la veneración de los fieles.
2º. Sacarla en procesión los días de Semana Santa.
3º. Devolverla a esta parroquia si las condiciones anteriores no se cumpliesen, o fuese requerida por el pueblo de Luque, para arreglarla, darle culto y veneración".
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Ambos documentos cuentan con la rúbrica de los párrocos de la Asunción de Luque y Santo Domingo de Lucena, Manuel Cuenca y Manuel Molina respectivamente. Es esta tercera y última prescripción, la que a juicio de los vecinos de Luque justifica que la talla sea devuelta a su antigua iglesia.
El hermano mayor de la Cofradía Franciscana de la Pasión, Jorge Roldán, señaló esta tarde a LucenaHoy que esta hermandad lucentina no se ha manifestado aún sobre la decisión del Obispado. Roldán indicó que serán los hermanos los que deban hacerlo en la Junta General que se convocará a tal efecto tras la Semana Santa. No obstante, la cofradía está estudiando la vigencia jurídica del contrato de cesión, dado que el mismo fue firmado hace treinta y cinco años y su contenido podría haber prescrito.
Así las cosas, todo hace indicar que el Nazareno del Lunes Santo lucentino podría dejar nuestra ciudad tras mas de treinta y cinco años de estancia entre nosotros.
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