Las asociaciones de alcohólicos rehabilitados advierten sobre el peligro del consumo y piden más concienciación social y apoyo

Colectivos como GARA o ARHALU quisieron hacerse presentes en la Plaza Nueva para que la sociedad tome conciencia que el alcoholismo es una enfermedad y que es posible la rehabilitación.

16 de Noviembre de 2015
Manuel Pir, en primer plano, junto a componentes de GARA, ayer en la Plaza Nueva

Los colectivos lucentinos de enfermos alcohólicos en rehabilitación salieron ayer a la calle con motivo de la celebración del Día Mundial sin Alcohol. Colectivos como GARA o ARHALU quisieron hacerse presentes en la Plaza Nueva para que la sociedad tome conciencia que el alcoholismo es una enfermedad y que es posible la rehabilitación.

Para ello instalaron mesas informativas y distribuyeron material publicitario entre cuantos se acercaron a las mismas. El Grupo de Alcohólicos Rehabilitados Aracelitanos (GARA), que dirige Manuel Pir, ofreció durante toda la mañana un desayuno molinero, como fórmula para llegar a la población y exponer a la sociedad lucentina el problema que supone el consumo abusivo de alcohol.

GARA atiende todos los miércoles y jueves a unas ochenta personas en su sede del edificio Sueño Andaluz, en la ronda Paseo Viejo, y ha abierto su actividad a otras adicciones, además del alcoholismo. Junto a las terapias de grupo para enfermos y el apoyo psicológico a las familias, GARA organiza múltiples actividades, como la novedosa "Escuela para aprender a decir no" al alcohol y otras adicciones. Manuel Pir señalaba que es preocupante que siga bajando la edad de consumo entre los más jóvenes –ya por debajo de los trece años– y aumente por contra el número de mujeres alcohólicas, que empiezan a acercarse a los niveles de alcoholismo masculino. Además ha cambiado la forma de consumir. "Ahora se consume de forma casi compulsiva, mucho alcohol en muy poco espacio de tiempo, lo que es aún más dañino en el organismo de los jóvenes, que sufrirán las consecuencias en un futuro inmediato en forma de problemas de salud" indicaba a este periódico el responsable de GARA.

Por su parte, la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados Lucentinos, ARHALU, distribuyó durante toda la mañana pegatinas, camisetas, calendarios y folletos informativos en dos puntos de la Plaza Nueva. Esta asociación, incluida en la Federición Andaluza de Alcohólicos Rehabilitados, cuenta actualmente con una veintena de personas en proceso de rehabilitación y tiene su sede en la calle Córdoba, 24, local 12. Sus responsables indicaban a LucenaHoy que es necesaria una mayor concienciación, pero no en una sola fecha señalada como la de ayer, sino día a día, en todas las capas y estamentos sociales, para adquirir el compromiso de educar  para un uso razonable del alcohol.

La ingesta de alcohol, además de estar relacionada con numerosos accidentes de tráfico, conlleva suicidios, borracheras, vandalismo, violencia, peleas, divorcios y separaciones, incidencia negativa en la educación de los hijos y su rendimiento escolar.

Las cifras son espeluznantes: la edad de inicio en el consumo de esta "droga legal" es a los 12,6 años, lo consume un 84% de la población y 1.700.000 personas  reconocen que consumen con exceso los fines de semana.

La repercusión social de los problemas relacionados con el alcohol requiere una respuesta para la prevención y ayuda a los sectores más afectados por este problema, aspectos que ayer reivindicaron en la calle estas dos asociaciones.

 

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