Manuel Jiménez-Alfaro, el lucentino que fundó Renault España

29 de Enero de 2012
 Manuel Jiménez-Alfaro, el lucentino que fundó Renault España
Manuel Jiménez-Alfaro, el lucentino que fundó Renault España
.
El Rey ha visitado hoy la factoría de Carrocería-Montaje de Renault enValladolid, con motivo del 60 aniversario de la apertura de esta fábricacon la producción del modelo 4/4 y el inicio de la fabricación delnuevo Captur. Nos ha parecido un buen momento para recuperar este reportaje de elaboración propia, publicado hace más de un año, y dedicado a la memoria de Manuel Jiménez-Alfaro, un ingeniero militar lucentino que fue el precursor de la llegada de la marca francesa a España, y fundador de la fábrica de Valladolid. Desde estas páginas lanzamos la idea de promover el nombre de Jiménez-Alfaro para que el Ayuntamiento de Lucena inicie el expediente para la nominación de una calle o plaza de la ciudad con su nombre, algo que, según nos comentaba su sobrina Carmen Rodríguez Jiménez-Alfaro, con la que hablamos a finales de 2011 para realizar este reportaje, sería "todo un honor para la familia".
.
El 29 de diciembre de 2011 se cumplieron sesenta años de la firma en Valladolid de la escritura de constitución de la sociedad FASA (Fábrica de Automóviles Sociedad Anónima), primera fábrica de coches privada de España y de lo que años más tarde sería Renault-España.

Sin embargo pocos saben que detrás de ese proyecto empresarial figuraba un lucentino: el teniente coronel Manuel Jiménez-Alfaro, ingeniero de Armamento y Construcción, un hombre adelantado a su tiempo, para muchos un visionario, que fue capaz de llegar hasta Carrero Blanco y el propio Francisco Franco para conseguir que su proyecto empresarial saliera adelante, coincidiendo con la puesta en marcha de SEAT por parte del Instituto Nacional de Industria.

Jiménez-Alfaro, como sus tres hermanos y su padre, teniente de la Guardia Civil, fue militar. Aunque recientemente se ha descubierto que nació en circunstancialmente en Sanlúcar, donde su padre estaba destinado, paso su infancia y adolescencia en Lucena, ciudad de la que era natural la familia de su madre.

 .

jimenez2
.
Tras varios destinos en Segovia, Toledo y Madrid, en 1951 pidió una excedencia de dos años en la carrera militar y se trasladó a Valladolid, ciudad que conocía bien, ya que allí vivía su hermano José, director de la Fábrica Nacional de Armas, y su madre, ya viuda.

Allí decidió poner en marcha un sueño al que dedicaría veinte años de su vida. Con una licencia bajo el brazo de una fábrica francesa que más tarde sería Renault, firmada a su nombre en 1951 en Francia; una máquina de escribir; una cama y un infiernillo, Jiménez-Alfaro adquirió en 1952 una nave industrial en la que incluso vivió durante algún tiempo y se dispuso a fabricar el primer utilitario de España, el 4/4, que supuso una auténtica revolución, al poner los automóviles, hasta entonces reservados a la aristocracia, al alcance de las clases medias.

“Llegó a vivir en esas naves, porque decía que el quería estar siempre allí cuando llegaran los trabajadores”, señala Carmen Rodríguez Jiménez-Alfaro, sobrina-nieta del prócer y fundadora del Club 4/4 España, constituida para conmemorar el sexagésimo aniversario de FASA.

El 18 de abril de 1953 salió el primer ejemplar del primer modelo fabricado, el 4/4. Luego vendrían muchos más. Comenta su sobrina-nieta, que “aquel coche llego de Francia por piezas, y se montó sobre unas tablas colocadas encima de unos ladrillos, que hicieron las veces de mesa de trabajo para unos empleados que nada sabían de hacer coches”. Hoy ese coche ha sido declarado Bien de Interés Cultural, y se conserva en el Museo de la Ciencia de Valladolid.

Hoy apenas queda en Lucena algún primo de este militar y empresario lucentino. Carmen Rodríguez sólo sabe que su residencia en Lucena "tenía unos blasones y estaba cerca de la iglesia," pero recuerda que Jiménez-Alfaro “siempre llevó a Lucena en su corazón, hasta el punto de que a su muerte fue enterrado en Lucena, en el panteón familiar de la familia de su madre, los Alaminos, por expreso deseo suyo”.

Comenta Rodríguez desde Valladolid que “nunca perdió su acento lucentino y siempre mantuvo un fuerte vínculo afectivo con su ciudad, a la que intentaba volver todos los años”. 

Fruto del esfuerzo de Carmen Rodríguez por recuperar la memoria y el reconocimiento público a la labor de este militar y empresario lucentino, ha sido la celebración de una gran exposición sobre los 60 años de FASA-Renault, la creación de la asociación antes mencionada para mantener viva su memoria o la reciente dedicatoria de una calle de Valladolid a su tío-abuelo.

No estaría de más que Lucena, la ciudad en la que creció junto a su familia y en la que quiso descansar tras su muerte, también le recordara del mismo modo.
.
.
Suscríbete a nuestra newsletter
Ahora también te mantenemos informado a través de nuestra newsletter diaria. Si deseas recibirla en tu correo electrónico solo tienes que registrarte como usuario completando tus datos en este enlace. Es un servicio totalmente gratuito de LucenaHoy.