La Feria del Valle tendrá que esperar. La junta de portavoces municipales, adelantada a la noche de ayer para debatir este asunto, tomó conocimiento de la decisión del equipo de gobierno de proceder a la suspensión definitiva de la feria, siguiendo las directrices marcadas desde la Junta de Andalucía, que en una reunión celebrada la pasada semana con los alcaldes y ediles de Fiestas de Lucena, Cabra y Priego desaconsejó la realización de sus respectivas ferias, todas ellas ubicadas en la primera quincena de septiembre. A ello se ha sumado, según fuentes municipales, la reticencia de la propia Asociación de Empresarios Feriantes de Córdoba a la celebración de un formato de feria diferente al habitual, considerando que el mismo generaría pérdidas económicas.
Ahora el ayuntamiento de Lucena trabaja en una programación de actividades durante todo el verano, según ha explicado el edil de Fiestas, José Pedro Moreno. Menos explícito ha sido el edil sobre las actividades alternativas a la feria, aunque distintas fuentes han señalado a LucenaHoy que se estudia la programación de conciertos en espacios públicos coincidiendo con los días de feria o la posibilidad de que aquellos empresarios feriantes con instalaciones de pequeño formato que lo deseen puedan instalarse en el centro de la ciudad durante esos días.
Paralelamente la junta de portavoces estudio la puesta en marcha de una serie de medidas de apoyo al sector, que en Lucena agrupa a más de 180 empresas.
DECISIÓN COMPARTIDA
En la misma línea que el consistorio lucentino, los ayuntamientos de Priego y Cabra han anunciado también la suspensión de sus ferias. En el comunicado conjunto emitido por los tres municipios se indica que tras las reuniones técnicas mantenidas a fin de conocer las recomendaciones de l Consejería de Salud y Familias y diversas reuniones telemáticas y telefónicas se ha adoptado el acuerdo unánime de suspender las ferias "y la realización de actividades alternativas para continuar fomentando la hostelería y restauración de los municipios. así como completarlos con eventos culturales, medidas estas que pueden ser objeto de mayor control en cuanto a condiciones de seguridad y movilidad".
En la citada nota los alcaldes "lamentan profundamente" esta decisión "basada en un ejercicio de responsabilidad social y siendo conscientes de la imposibilidad de controlar la movilidad en una feria tradicional", asegurando que la misma responde a la necesidad de proteger la salud de los vecinos.