Una investigación efectuada por el grupo Mineralogía y Geoquímica Ambiental y de la Salud de la Universidad de Sevilla advierte que el hombre prehistórico que vivió en la Cueva del Ángel de Lucena "despedazaba a los animales cazados para su consumo" por lo que concluye que los habitantes de la mencionada cavidad "cocinaban"