La Virgen de los Dolores de la Congregación Servita volvió a recibir el cariño y la devoción de sus hijos en forma de beso, posado en sus delicadas manos, talladas por Blas Molner.
La hermosa imagen tallada por el cordobés Romero Zafra aparece en un sobrio y exquisito altar compuesto por los cuatro faroles dorados del antiguo paso procesional del Cristo del Amor de Lucena.