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ElInstituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) espera poder obtenernuevos datos sobre la autoría de la imagen de Ntro. Padre JesúsNazareno. La historiadora del IAPH, Valle Pérez Cano, reveló ayerdurante una conferencia sobre el proceso de restauración al que ha sidosometida la imagen, que durante la actuación no se han descubiertodocumentos internos o datos que permitan abundar en un mejorconocimiento del autor de la talla, aunque el IAPH ha abierto una nuevalínea de investigación que se centrará en el estudio de los archivos dela Orden Dominica de San Pedro Mártir, en la que la talla del Nazarenolucentino recibió culto, desde el siglo XVI, a través de una primitivacofradía denominada "del Gran Poder de Dios", con sede en al ermita deSanta Catalina de Siena.
Lahistoriadora descartó por completo la atribución de la imagen alartista Jacobo Florentino. El IAHP ya restauró con anterioridad unaimagen de este autor granadino de origen italiano, el Cristo de San Agustín. La comparativa con estatalla de un crucificado que se venera en Granada, revela según estahistoriadora, importantes diferencias morfológicas que restancredibilidad a la más extendida de las atribuciones que hasta ahora hatenido la imagen lucentina. Pérez indicó que el siguiente paso será lainvestigación en el Archivo Histórico Nacional y el Archivo Histórico dela Casa de Medinaceli, que conservan la mayor parte del archivodocumental de la Orden Dominica. La idea es encontrar en los legajos lainformación que ha negado hasta ahora la historia. "Pretendemoslocalizar documentos que nos digan si la imagen estaba ya en el conventoo pudo ser traída por los Dominicos o por el Marqués de Comares de otrolugar", indicó la historiadora, que sitúa la talla del Nazareno de Lucena en un tallerandaluz, "más cercano a la escuela granadina que a la sevillana, marcadopor una cierta influencia extranjera".
Larestauración llevada a cabo por el IAHP ha sido la primera de carácter científicoque ha sufrido la imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno en sus cuatrosiglos de vida. No obstante, la imagen fue objeto de numerosastransformaciones a lo largo de su historia, fundamentalmente dirigidas asolventar problemas de estructura, que no afectaron a su aspectoexterior.
La intervención y los datos de los que disponía la cofradía,han permitido tomar conocimiento de, al menos, tres restauraciones, laprimera, en el siglo XVIII, realizada por Miguel de Verdiguier, autordel San Juan Evangelista de la misma cofradía, en el brazo izquierdo,para mejorar el mecanismo de bendición, que se volvió a retocar en lasprimeras décadas del siglo XX, y otras dos, también el el siglo pasado,efectuadas por el escultor José de Rivera, en 1977, que cambia la peana,mejora la estructura colocando un vástago central y retoca lapolicromía en la frente y en los piés; y por Justo Fabero en 1988, quevuelve a repasar la policromía de la frente y realiza una nuevapolicromía de los brazos, que no serían los originales de la imagen y fueron realizados en el siglo XVIII, según se desprende de los restos de la policromía original y del tipo de madera empleada. A ello se sumandistintas actuaciones para mejorar la estabilidad de la imagen en lasúltimas décadas, como la colocación de pletinas o tirantas, que según elrestaurador Juan Alberto Filter, responsable del trabajo, hicieron que la talla llegue al IAPH prácticamente "apuntalada".
Filterindicó que la intervención realizada en el IAPH se centró en devolver ala imagen laconsistencia estructural, eliminando todos los elementosmetálicos y textiles que se fueron añadiendo a la talla con el paso deltiempo. Para ello ha sido necesario proceder a desensamblar losdistintos elementos, lo que ha permitido descubrir piezas añadidas endistintas épocas algunas de ellas sustituidas ahora por presentar ataques de xilófagos o por su mal estado general y hasta cuatro tipos de madera: pino silvestre, quecorresponde a la cabeza, cajillo y piernas, los elementos originales dela talla del siglo XVI, y otras de alamo, chopo y olmo, en torso,cadera, brazos, y muslos, que serían posteriores.
Encuanto a la policromía, elemento que ha levantado más controversiaentre los devotos, al modificarse el tono oscuro de lapiel de la visión clásica de Nuestro Padre, Juan Alberto Filter indicóque era necesario alcanzar una cohesión adecuada de toda la superficie policromada, para lo que han sido retirados todos los repintes al óleorealizados en las sucesivas restauraciones, las pátinas utilizadas paraunificar el tono con el resto de la policromía y el hollín acumulado durante siglos. Con ello se harecuperado el cromatismo original de lasuperficie pictórica "para unacorrecta lectura formal y estética de la obra".
Filtercalificó como "valiente" la decisión de la cofradía, asegurando que "esdifícil, pero es necesario mantener estas piezas devocionales parafuturas generaciones".
Eneste sentido, el Hermano Mayor de la Cofradía, Eduardo Cortés, mostrósu satisfacción por la labor realizada por el IAPH, indicando que laArchicofradía tenía la responsablidad de restaurar la imagen, dado suestado de conservación "y se llevó al mejor sitio que se podía encargarde esa restauración".
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