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El concejal de Urbanismo y presidente de Serviman, Miguel Villa, ha indicado a LucenaHoy que el uso de sopladoras y maquinaria de limpieza "es fundamental para poder mantener limpia la ciudad". Según Villa, "prescindir de esta maquinaria y volver al sistema tradicional de escoba y carrito obligaría a contratar a veinte trabajadores más para mantener limpias las calles", algo que en estos momentos se considera inviable.
Villa ha señalado que "se ha venido limitando el uso de las sopladoras en la medida de lo posible". Así, durante el periodo primaveral y hasta el 30 de junio se prohibió su utilización en atención a las personas que sufren problemas de alergias y desde hace meses no se usan en las calles del casco histórico ni en parques públicos.
Con todo la utilización de este tipo de maquinaria sigue siendo contestada por un sector de la población, tanto por la suciedad indirecta que generan las nubes de polvo que levantan sobre mobiliario público, coches estacionados en las aceras, portales, ventanas y fachadas, como por el ruido de las mismas desde horas muy tempranas.
Sobre estos horarios, Villa indicó que "se han dado ordenes claras de que en ningún caso se empiece el trabajo antes de las siete de la mañana". No obstante, el propio responsable de Serviman reconoce que "se ha abierto expediente a algún trabajador" ante la evidencia de que estaba usando una sopladora antes de esa hora.
Además, Villa asegura que "se ha previsto que los trabajos se inicien en distintos puntos del recorrido trazado para cada equipo de forma rotativa, para evitar que las molestías en las primeras horas de la mañana recaigan siempre sobre los mismos vecinos". Sin embargo, reconoce el edil lucentino que "no se ha determinado desde la dirección política el ciclo de esa rotación".
Sea como fuere, lo cierto es que el uso de barredoras y sopladoras rompe cada día el sueño de centenares de lucentinos y lucentinas, máxime en el periodo estival, cuando se retrasa la hora de ir a dormir, muchas viviendas mantienen abiertas sus ventanas buscando sofocar el calor y muchos vecinos disfrutan del periodo vacacional. Según Villa, la principal razón para que la actividad de este tipo de maquinaria no se retrase radica en informes técnicos que aconsejan estos horarios "para no incidir sobre el tráfico" en horas posteriores.
La "Ordenanza Municipal de Protección del Ambiente contra ruidos y vibraciones" señala respecto a los trabajos que se realizan en la vía pública, que "salvo casos excepcionales", deberán realizarse "en el horario comprendido entre las 7 y las 23 horas en aquellos casos en que los niveles de emisión de ruido superen los indicados en el anexo para los períodos nocturnos". La ordenanza afirma en sus primeras líneas que sus prescripciones son de obligado cumplimiento dentro del término municipal para "todas las actividades, instalaciones, medios de transporte o máquinas" públicos o privados, "susceptibles de producir ruidos que impliquen molestia para las personas o bienes de cualquier naturaleza".
El uso de esta maquinaria en dichos horarios está, por tanto, dentro de la legalidad, aunque muchos vecinos reclaman que, frente a la dictadura de los criterios técnicos o normativos, sean tenidos en cuenta los relativos al derecho a la salud y al descanso de los ciudadanos, o que la limpieza viaria no se haga a costa de ensuciar fachadas o vehículos estacionados en la calle.
