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El Padre Antonio Budia Saban recibió el pasado sábado la primera Insignia de Oro de la Hermandad Servita de Lucena, en reconocimiento a su intensa dedicación a los titulares de esta cofradía lucentina, a la que pertenece desde los años 70, realizando entonces labores de mayordomía y arreglo floral de su titular mariana e integrándose posteriormente en su Junta de Gobierno, en la que desempeño todo tipo de trabajos, hasta despertar su vocación sacerdotal, que no fue obstáculo para que siguierá vinculado a la cofradía, ahora como director del taller de bordado de la Cofradía Servita y cofrade destacado.
El premio, entregado en el transcurso de la cena de la Hermandad, quiere también mostrar el agradecimiento de la comunidad cofrade servita por la multitud de regalos que ha realizado a los titulares como las ánforas del trono de Ntra. Sra. de los Dolores, la corona de plata con cetro de Damian de Castro que procesiona actualmente, las bocinas de respeto, el bordado del bacalao de la hermandad o diversas restauraciones e incensarios... "todo realizado desde el amor a sus titulares", según destacó el hermano mayor de la cofradía José Angel Chacón García.
La Cofradía Servita ha instituido esta insignia para reconocer la labor de las personas que trabajan por esta hermandad lucentina.
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