La selección española cayó en la final de la UEFA Nations League ante Portugal, tras un vibrante empate 2-2 y una tanda de penales que se decantó por los lusos. El fallo de Álvaro Morata en el cuarto penalti terminó por sentenciar el desenlace en favor de una Portugal que hizo historia al convertirse en la primera selección en conquistar dos veces el torneo.
Más allá de la derrota, el partido dejó claro que España sigue siendo una potencia en plena evolución. Bajo el mando de Luis de la Fuente, “La Roja” mostró personalidad, juventud y una propuesta ofensiva atractiva que, con ajustes, puede tener grandes frutos en la Copa del Mundo de 2026.
Un camino prometedor con tropiezos que enseñan
La selección española llegaba a esta final tras haber eliminado a potencias como Francia y Alemania en fases anteriores. Con una media de 2,6 goles por partido y apenas 0,93 encajados, el conjunto de De la Fuente demuestra que tiene un equilibrio sólido. No obstante, la final mostró ciertos errores de concentración que costaron caro: dos veces estuvo por delante en el marcador y en ambas fue alcanzada.
La contundencia de Portugal, con jugadores como Vitinha, Bruno Fernandes y un eterno Cristiano, marcó la diferencia en la tanda. Sin embargo, España sigue en la élite del fútbol europeo y mundial, y su continuidad en finales (tres de cuatro posibles en la Nations League) es reflejo del gran trabajo en todas sus categorías.
El duelo generacional: Cristiano vs. Lamine
Uno de los grandes focos del partido fue el enfrentamiento simbólico entre Cristiano Ronaldo, la leyenda portuguesa, y Lamine Yamal, la joya precoz del fútbol español. Cuando Cristiano anotaba su primer gol con la selección en 2004, Yamal aún no había nacido. Ahora, el joven de 16 años es titular indiscutible en España y una de las principales promesas rumbo al Mundial.
El partido no fue el mejor para Lamine, quien fue sustituido en la prórroga, pero su talento es incuestionable. Con más experiencia internacional por delante, su crecimiento será clave para el futuro inmediato del equipo.
Luis de la Fuente, con crédito intacto
Pese al revés, el seleccionador Luis de la Fuente conserva su altísimo porcentaje de victorias (76,67%) en 30 partidos. Bajo su gestión, la selección española ganó la Nations League 2023 y la Eurocopa 2024, lo que le da una base muy sólida para llegar con confianza al Mundial de 2026. De la Fuente ha sabido gestionar una plantilla plagada de juventud y talento emergente. Jugadores de renombre como Nico Williams, Zubimendi, Pedri, Baena o el mismo Lamine Yamal, son parte de un bloque joven con margen de mejora y una identidad clara de juego.
Con esto, cabe decir que, tras esta final, España entrará en una fase crucial de preparación rumbo a la Copa del Mundo de 2026. Las fechas FIFA restantes serán aprovechadas para consolidar el grupo, integrar nuevas piezas y, sobre todo, corregir errores mentales y tácticos que impidieron cerrar el partido ante Portugal.
El entusiasmo por la nueva campaña también ha generado interés más allá del campo: muchos aficionados han comenzado a seguir con atención las previsiones y cuotas previas, consultando incluso una lista de las mejores casas de apuestas en España para informarse y participar de forma más activa en la temporada. Este creciente interés refleja el vínculo emocional de la afición con el equipo y la expectativa de un año prometedor.
Además, se espera que el seleccionador continúe rotando y evaluando variantes tácticas y jugadores, especialmente en la defensa, donde algunos nombres como Mingueza o Huijsen todavía no se han asentado con la regularidad deseada.
Morata y la eterna cruz de los penaltis
Álvaro Morata volvió a vivir una noche difícil desde los once metros. Su fallo en la tanda fue decisivo, y pese a su entrega y liderazgo como capitán, las críticas no se hicieron esperar. Aun así, el delantero del Atlético de Madrid sigue siendo una pieza valiosa para De la Fuente, no solo por su experiencia, sino por su trabajo sin balón y su rol en el vestuario.
España deberá decidir si sigue apostando por él como referencia ofensiva o si da paso a una nueva generación de arietes, con nombres como Joselu, Ayoze o el prometedor Samu Omorodion tocando la puerta.
Portugal, un rival directo en Norteamérica 2026
La final también sirvió como adelanto de lo que podría ser un cruce directo en el Mundial. Portugal y España, junto con Francia, Argentina y Brasil, se perfilan como grandes aspirantes al título. La consistencia defensiva de los lusos, su pegada y la experiencia de su núcleo hacen de ellos un contendiente formidable.
La selección española, por su parte, debe fortalecer su capacidad de respuesta en momentos críticos. Ante Croacia en 2023 se impuso en penales; esta vez, la fortuna no estuvo de su lado. En un torneo como el Mundial, los márgenes de error son ínfimos.
Aunque el mismo ya tiene asegurada gran parte de su clasificación al Mundial 2026 gracias al nuevo formato ampliado, la fase de clasificación seguirá siendo un banco de pruebas importante. Los partidos ante selecciones de menor nivel permitirán a De la Fuente probar nuevas combinaciones, dar descanso a sus pilares y rodar a los más jóvenes.
Consideraciones finales
España cayó, sí. Pero lo hizo con orgullo, con fútbol y con proyección. La derrota ante Portugal puede ser un punto de inflexión positivo si se gestiona con inteligencia. Con una base joven, un técnico consolidado y una identidad clara de juego, “La Roja” llegará al Mundial 2026 como una de las selecciones a seguir de cerca. Morata, Yamal, Pedri, Zubimendi, Nico Williams, Isco, Unai Simón… los nombres están. Ahora toca convertir el talento en títulos.