La frustración de Andrés Salas, al acceder a los vestuarios prematuramente por la expulsión que protagonizó, y de Javi Sánchez, al término del castigo, denotaba algo más que la desaparición de tres puntos. Los futbolistas del Lucena se habían conjurado para ignorar los incontables huecos de la grada y los recelos institucionales. Pretendían concentrarse únicamente en la hierba y el cuero. El conjunto de Juanlu arrancó dinámico y empeñado en domar a un Écija estático. La densidad azul –el celeste ya ha desaparecido de la indumentaria- se mantuvo hasta que el bolsillo del colegiado escupió una tarjeta roja. El revés amilanó a un Lucena endeble de ánimo y el Écija, en idéntica coyuntura, se envalentonó y zarandeó a su adversario con dos balas de Ezequiel Lamarca.
Entre familiares de los deportistas, seguidores del Écija y alrededor de cincuenta incondicionales del Lucena se desenrolló el regreso de la Tercera División a la capital de la Subbética. El palco también emuló al desierto a pesar de que asistieron a la cita directivos visitantes y tanto Eduardo Bouzón como Javier Martí.
Hasta que se diluyó en su propia impotencia, el Lucena pegó el balón al piso y armó una defensa de once efectivos que exponían agresividad y concordancia. En el Écija, el lateral zurdo Carmona horadó un conducto transitable por su flanco y dotó de corriente a los atacantes de la escuadra de Juan Carlos Gómez. Al estrenarse por su carril, Ezequiel controló dentro del área e impulsó un proyectil que se curvó hasta marcharse por encima de la cruceta izquierda de Javi Sánchez.
El choque emparejaba a dos equipos semejantes sin alardes y apretados. El pecho del irrompible Antonio López amortiguaba los balones que propulsaban los zagueros del Lucena. En el Écija, Lolo Armario flotaba como ese bienhechor insustituible al que sus compañeros se encomiendan.
La velocidad y los recursos de Doménech por la banda siniestra alumbraron una ocasión que apagó el guardameta Fermín antes de que Antonio López embocara. El extremo madrileño, siempre que lo protegieron las fuerzas, resaltó en la mediapunta. Chechu Córdoba nunca se enchufó al encuentro y Jony Lomas, promocionado con el brazalete de capitán, adoleció de egocentrismo.
La posesión del Écija se manifestaba inocua y el Lucena, comandado por Belfortti y Sergio Iglesias, desprendía una sensación encantadora. Una combinación iniciada por Félix Sancha –imponente salvo en el grueso error del primer tanto de Écija- en la retaguardia, la adornaron Chechu Córdoba y Jony Lomas en el área tras un servicio en la medular de Carraña con la cabeza. Otra vez más, Fermín desbarató el montaje.
Un toque involuntario de Curro Pérez terminó en el poste izquierdo de su arco como consecuencia de una falta dirigida por Sergio Iglesias y continuada por Doménech. Esta acción precintó el esplendor del Lucena. La precisión de Lolo Armario desarboló a la última línea del cuadro de Juanlu Bernal y Andrés Salas agarró a un Pablo Aguilera que ya enfilaba la meta de Javi Sánchez.
La contrariedad apocó al Lucena y lo transformó en un contendiente fantasma y sin hueso. Por el contrario, al Écija lo espoleó la irresponsabilidad de Pablo Aguilera al responder airadamente a un gesto inofensivo de Félix Sancha. El trencillo le ordenó que se marchara a la ducha y su conjunto convirtió la debilidad en heroísmo.
Exceptuando algunas extensiones de Félix Sancha, el Lucena quedó subyugado por un Écija recompuesto. Juanlu retiró del rectángulo verde a Chechu Córdoba y reformó su bloque al ubicar a Soto en el lugar de Andrés Salas.
Un tramo de indecisión mutua y recíproca traslució el cansancio físico y mental del Lucena. Lolo Armario probó a Javi Sánchez con un tiro a pelota parada. Manu Reina, exultante por la zona interior, entrenó a Ezequiel para labores de mayor relevancia. El primer intento del exjugador del Lucena lo repelió el torso del cancerbero cordobés.
Concluidos los ensayos, Lolo Armario observó la disgregación del Lucena y, desde una posición remota, asistió a Ezequiel, quien perturbó a las redes opuestas con un chut raso y fuerte. Tres minutos más tarde, Manu Reina regaló al público unos requiebros que facilitaron la recepción del bigoleador. La estirada de Javi Sánchez solo sirvió para embellecer la segunda diana de Ezequiel Lamarca. Clavado en el área, cruzó el esférico y lo ajustó a la madera. La inalcanzable ventaja engrandeció a un Écija que se adueñó del choque y frenó cualquier centelleo del Lucena.
FICHA TÉCNICA:
0.-LUCENA CF: Javi Sánchez; Carraña (Montero, min.69), Andrés Salas, Félix Sancha, Álex Vázquez; Sergio Iglesias, Belfortti (Zurdo, min.69); Doménech, Jony Lomas, Chechu Córdoba (Soto, min.46); y Antonio López.
2.-ÉCIJA BALOMPIÉ: Fermín; Núñez, Úbeda, Curro Pérez, Carmona; Marrufo (Nacho, min.81), David Castro (Iván Martos, min.51); Manu Reina, Lolo Armario, Ezequiel (Koke, min.75); y Pablo Aguilera.
GOLES: 0-1, min.62: Ezequiel; 0-2, min.65: Ezequiel.
ÁRBITRO: López Mora, del colegio de Linares. Expulsó al jugador del Lucena Andrés Salas por roja directa en el minuto 44 y al futbolista del Écija Pablo Aguilera en el minuto 46. Además amonestó a los locales Carraña, Álex Vázquez, Félix Sancha, Montero y Jony Lomas y a los visitantes Núñez y Úbeda.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la segunda jornada del grupo X de Tercera División, disputado en el estadio Ciudad de Lucena en presencia de unos 100 espectadores.
