Lucía Álvarez engarza recuerdos de la infancia y pasajes novelados en El jardín de mis azules jacarandas

El alcalde Juan Pérez inició el acto señalando que El jardín de mis azules jacarandas contiene "un hermoso epíteto, no solo ya por la belleza que encierra la frase sino porque en azules jacarandas está escrito el nombre de Lucena; curiosidad, casualidad o destino"

23 de Septiembre de 2016
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Lecciones y paradigmas de optimismo, perseverancia y vigor, encarnadas por Violeta, una periodista de notable prestigio, personificada como la protagonista de El jardín de mis azules jacarandas, la primera novela de Lucía Álvarez de Sotomayor Medina, lucentina para siempre y residente en Málaga desde hace 42 años. Funcionaria de carrera, en la Administración Central y en la Junta de Andalucía, la jubilación le entreabrió la senda de la creación literaria.

La evocación "de los viejos tiempos", el tributo a sus padres y los recuerdos de la niñez entablan el argumento de un libro dedicado especialmente –como se recoge en la publicación- a su marido, Francisco González Palma, y que prosigue con una combinación de dificultades y superación de obstáculos entroncados en la ficción.

La primera presentación se desarrolló en Málaga, el pasado 8 de junio, y en la tarde de este jueves, y con hojas de jacarandas en las sillas, se ofreció la segunda en el Palacio de los Condes de Santa Ana. La autora admitió que "desde hace años" guardaba "deseos de escribir", aunque "los deberes laborales y familiares" le impedían disponer del tiempo mínimo para enfrentarse a las páginas en blanco. "Desde la primera mañana que no tenía que ir al trabajo, me senté muy temprano a pensar y me propuse sacar unas cuantas horas al día" para redactar esta obra.

Entre otras escenas, se describen "los juegos de niños, paseos por el campo y las largas tardes sentados con los míos". Según explicaba, ha pretendido "plasmar tantas cosas que llevo dentro y no quería que se fueran de mi vida".

El alcalde Juan Pérez inició el acto señalando que El jardín de mis azules jacarandas contiene "un hermoso epíteto, no solo ya por la belleza que encierra la frase sino porque en azules jacarandas está escrito el nombre de Lucena; curiosidad, casualidad o destino". El regidor local comentaba que Lucía Álvarez "funde dos territorios", Lucena y Málaga, "y da razón a un pasado que se hace presente" y se retrotrae a una Lucena "de cal y adobe, de planos sencillos, de tejas de cañón y fachadas que se abomban". En conclusión, sostuvo que la escritora consigue reflejar "la esencia de lo sencillo, esos modelos que hablan de prosa poética, no siéndolo en la forma, pero si en el fondo, experiencias, sensaciones, sentimientos, luces y sombras".

Paco Huertas, sobrino de Lucía Álvarez –nacida en el barrio de la Aurora de Lucena-, y en representación de su hermano Juan Ángel Huertas González, destacaba la unión matrimonial entre Lucía y su esposo, de más de cuatro décadas, un excelente ejemplo "en los tiempos que corren en los que con demasiada frecuencia son noticia los divorcios y las separaciones". Por otro lado, señalaba que "la novela puede encuadrarse como romántica y costumbrista, con descripciones pictóricas de la vida de la protagonista en las que se relatan con detalle y enorme expresividad todos los elementos que la rodean". Así, se hallan "la nostalgia del pasado, los avatares del presente y la felicidad de un venturoso futuro".

Finalmente, María Teresa Ferrer, directora de la Biblioteca Pública Municipal, añadía que Violeta "tiene una infancia acomodada, luego tiene que luchar y muestra como el afán de superación hace sobreponerse a las adversidades y aprovecha el tiempo al máximo". Como síntesis, dijo que "todas las mujeres nos vemos representadas en Violeta".

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