Según Cecilio Barroso "el hallazgo supone un salto cronológico muy importante, ya que pasaríamos de los 220.000 a 400.000 años de antigüedad de la cueva exterior, a más de 500.000 años en la 'covacha', lo que permitiría hablar de uno de los yacimientos más antiguos de Europa". También destacó que se ha aislado ADN en algunas piezas dentales encontradas en la sima.